Cerca de los confines de la tierra, donde los páramos se extienden largos y solitarios, una belleza diferente nos convierte en cautivos voluntarios de un paisaje majestuoso. La Patagonia late en la península, y allí, las sensaciones alimentan las retinas y el alma. La Península Valdés es Patrimonio de la Humanidad. Originalmente fue la sede del Correo Argentino y del casino de la Armada Argentina. Hoy es un exclusivo y romántico hotel, en donde el pasajero disfruta de todo el confort, en contraste con su entorno natural, despojado y agreste. Cuenta con 27 habitaciones, pub, restaurant y boutique, decoradas con calidez y buen gusto. Desde que uno se levanta hasta que se acuesta, el hotel tiene un papel indiscutido, en un viaje donde todo, absolutamente todo, está relacionado con el placer y la armonía de la naturaleza. Cerca de los confines de la tierra, donde los páramos se extienden largos y solitarios, una belleza diferente nos convierte en cautivos voluntarios de un paisaje majestuoso.
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